El
próximo 29 de octubre se celebra “el Día Sin Juego”. La ludopatía es una
adicción del comportamiento. Hoy queremos reflexionar sobre este tipo de
adicciones que cada vez se hacen más visibles en nuestro Centro de Tratamiento
ANTARIS.
Las
adicciones comportamentales son trastornos de dependencia vinculados a
actividades humanas diversas, a menudo placenteras, no relacionadas con la
ingestión de sustancias químicas. Se parecen a una adicción en el sentido que,
así como una persona adicta necesita la droga o el alcohol, las personas que
padecen una adición comportamental no pueden dejar de repetir la conducta una y
otra vez. Si no lo hacen presentan niveles de ansiedad muy intensos que sólo se
calman cuando la vuelven a realizar.
Se
puede decir que cualquier persona es susceptible de presentar una adicción
comportamental pero deben darse una serie de factores que, relacionados entre
ellos, potencien la evolución de la conducta adictiva. Por ejemplo:
ü Características personales: impulsividad,
baja autoestima, problemas de comunicación, inestabilidad emocional, falta de
habilidades sociales o introversión.
ü Influencia de variables ambientales:
Momentos o situaciones de crisis vital, inadaptación social o familiar y
educación.
ü Influencia de variables sociales: Publicidad,
presión social o aislamiento.
Veamos
algunas tipos de adicciones comportamentales:
Ø LUDOPATIA: El
juego patológico es una alteración del comportamiento por la que la persona
siente la necesidad irrefrenable de jugar, afectando gravemente a su vida
laboral, familiar y social, y por la que llega a abandonar otro tipo de
actividades y aficiones. Suelen ser personas con una marcada impulsividad.
Mujeres y hombres presentan un perfil distinto de adicción, mientras que en las
mujeres está más relacionado con trastornos de depresión y ansiedad, en los
hombres con abusos de alcohol y consumo de otras sustancias. Se está observando
un aumento de la adicción en jóvenes, sobre todo, en apuestas deportivas y
juegos online.
Ø ADICCION A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS: A
medida que se desarrollan las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación
(T.I.C.), y conforme se incentiva su consumo y disponibilidad, algunas personas
llegan a desarrollar conductas adictivas por su mal uso. En España el 27% de
adolescentes con adicción a internet presenta problemas de conducta y el 57%
prefieren las ciberrelaciones frente a las personales. El uso de internet, sea
cual sea su contenido (juego, sexo, búsqueda de información o chateo) se
convierte en adicción cuando tiene repercusiones sobre la salud física o mental
y existe una pérdida de control sobre su uso.
Es
aconsejable que padres y madres estén alerta sobre el anonimato, adopción de
doble personalidad y la utilización de la misma para cubrir otras necesidades.
El
proceso es el mismo que con otras adicciones: hay un inicio, seguido de
reiteración, consolidación, pérdida de control y complicaciones y, por último,
malestar psicológico cuando no se realiza la conducta (síndrome de
abstinencia).
Ø ADICCIÓN A LAS COMPRAS: Se
refiere al deseo compulsivo de comprar cosas, aunque éstas no sean una
necesidad. Esta adicción está muy relacionada con la sociedad de consumo en la
que vivimos actualmente. También se le llama “enfermedad invisible” porque
puede pasar desapercibida como un simple capricho o frivolidad, mientras que la
persona puede encontrarse en una depresión profunda.
Ø ADICCIÓN AL SEXO: Se
trata de una conducta sexual sin control. Es una de las dependencias menos
confesadas y visibles: Las relaciones sexuales tienen lugar, generalmente, con
personas desconocidas y no siempre tienen una función de generar placer, sino
la de aliviar un malestar momentáneo que la persona adicta siente si no puede
llevar a cabo dicha conducta.
Ø ADICCIÓN AL TRABAJO: Se
define como la implicación de la persona a su actividad laboral de manera
excesiva, sin control ni límite. Este exceso de implicación no se explica por
necesidades laborales objetivas, sino por la propia necesidad de la persona. Es
una de las adicciones más aceptadas y justificadas socialmente.. Muy en
relación a personas perfeccionistas.
Otras
adicciones del comportamiento: al deporte, alimentación y a la imagen externa
(complejo de Adonis).
Desde
ANTARIS decir que, la experiencia nos demuestra, que la mayoría de los casos
tratados tiene una evolución muy favorable y animar a cualquier persona que
entienda que presenta algún tipo de adicción del comportamiento a que acuda a
los Centros Especializados, muy en especial a las mujeres que aún se resisten a
acudir por temor a que se visualice su problema, ya que según las estadísticas
sólo una de cada diez personas que acuden a un Centro de Tratamiento son
mujeres. Para el tratamiento de este tipo de adicciones se utiliza la terapia
cognitivo-conductual. El objetivo es encontrar los motivos que le llevan a
realizar este tipo de comportamientos y orientar hacia nuevas conductas.
Consuelo
Arias García
Psicóloga
Clínica de ANTARIS
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